En la feroz violencia que recorrió e inundó las calles de Conil en julio de 1936 la Iglesia jugó un importante papel, colaborando con la represión fascista.
Por estos tiempos el cura párroco de Conil era Andrés Vera, quien durante los Sucesos de Casas Viejas en 1933 estaba destinado precisamente allí. Él era el encargado de confesar a quienes poco después iban a ser asesinados, siguiendo de esta forma la iglesia “denunciando y sojuzgando, firmando informes para certificados de buena o mala conducta cada vez que le era requerida información sobre cualquier vecino del pueblo”.
Foto: http://historiacasasviejas.blogspot.com/ Blog desde la historia de Casas Viejas de Salustiano Gutiérrez Baena