Francisco García Vidal fue un asidonense que, junto con otros cuatro jandeños más, coincidieron en el campo de concentración de Mauthausen-Gusen de Austria.
Al igual que cientos de jandeños, todos ellos tuvieron que huir de sus pueblos dejando atrás sus casas y familias una vez ejecutado el alzamiento militar de julio de 1936 y la posterior represión fascista que acabó con la vida muchos vecinos de los distintos pueblos de la comarca.
Se pudieron librar de los fascistas españoles, pero cayeron en las redes del horror nazi, el único que pudo salvar su vida fue el alcalaíno, José Mora Gómez, en cambio, los casavijeños Antonio Lino Reyes, José Jordán Casas y José Durán Fernández corrieron la misma suerte que Francisco García Vidal.
En la plaza de La Libertad, junto al ayuntamiento de su pueblo, se colocó una placa en su memoria en la que se recuerda su paso y exterminio en el campo de concentración de Mauthausen –Gusen el 20 de diciembre de 1941.