Sobre el basamento de la que fue la fosa común de Paterna de Rivera se erige una magnífica e imponente escultura de Jesús Cuesta Arana, dos manos de bronce esculpidas con gran sensibilidad, una masculina con el puño cerrado y una femenina sujetando un libro.
El autor quiso hacer una alegoría sobre “el vigor, la fuerza y la libertad”. Sobre sobre el monolito que alberga la escultura una placa recoge la siguiente frase de José Saramago: “Somos la memoria que tenemos y la responsabilidad que asumimos, sin memoria no existimos y sin responsabilidad quizás no merezcamos existir”.